ENCUENTRO ESPECIAL
CELEBRACIÓN BIENAVENTURANZAS Y MANDAMIENTOS
Nos reunimos para prepararnos para la celebración de bienaventuranzas y mandamientos que se realizará el día sábado 10 de octubre
Materiales necesarios:
- hoja
- colores
ORACIÓN INICIAL:
Como ya sabemos, las bienaventuranzas son el núcleo de la felicidad que Cristo promete a los que le siguen. Se llaman así porque de modo armónico e insistente explica las características de los justos en el nuevo reino.
ILUMINACIÓN:
Leer: MATEO 5, 1-12
DINÁMICA INICIAL:
Luego de leer la lectura anterior, completar cada bienaventuranza con la palabra que falta:
COMENTARIO:
Los mandamientos son un camino progresivo y descendente, un camino que va hacia el interior. Desde lo más exterior que son los actos y lo más interior que es el corazón. Los mandamientos vienen a ser una sanación del corazón.
Hay que cuidar las acciones, los actos. En los actos se refiere a los actos más esenciales para la persona, el cuidado de la vida, la sexualidad, cuida los actos contra las cosas (las grandes tendencias naturales). No solo los actos sino cuidar el corazón de los malos deseos contra el prójimo, cuidar el corazón de la codicia.
En cambio, en nuestra relación con Dios es justo al revés. Con Dios lo primero de todo son los deseos. Ahí sí podemos desear sanamente, fomentar los deseos, referir todo lo que podamos en el amor de Dios y concentrar este amor en actos de caridad. Después, la palabra, no tomar el nombre de Dios en vano. Y por último los actos, honra a Dios, santifica las fiestas.
Los mandamientos por lo tanto son un modo de cuidar nuestros deseos, nuestros actos y palabras. El señor quiere que cuidemos las cosas hasta que convirtamos el corazón, hasta saber desear en la dirección correcta.
Los mandamientos, la ley natural piden la gracia, la ayuda de Dios. Sin la ayuda de Dios no se pueden cumplir los mandamientos.
Ya en el nuevo testamento, vemos la ley reinterpretada por Jesucristo: las bienaventuranzas, fuentes de la moral cristiana. Así se puede entender la revelación de las bienaventuranzas como el camino de la felicidad en el régimen de la nueva alianza, que el mismo Cristo realiza en sí y que quiere comunicar a sus discípulos. Desde aquí se puede proponer una estructura básica de las bienaventuranzas como camino ascendente que asume la paradoja fundamental de la condición cristiana en la propia persona de Cristo.
Son el camino más propicio, el más excelente de vida que nos puede llevar a la felicidad. Las bienaventuranzas concretan esta excelencia en actos concretos que abren a una plenitud mayor, esto es, a la promesa de recompensa que acompaña a toda bienaventuranza.
Las bienaventuranzas vienen a expresar ese camino en el que se junta la gracia de Dios con la acogida del hombre en un ámbito determinado de la vida.
- Las tres primeras indican una de las funciones principales del sermón del monte como purificación del corazón para disponerse convenientemente a la recepción del don.
- La cuarta representa la comunión con Dios, la santidad en relación al Dios santo.
- Las tres siguientes son la manifestación de la comunión adquirida en relaciones que afectan directamente a los otros: misericordia, pureza y paz.
- La octava es el medio de las demás, el modo como las bienaventuranzas se desarrollan.
El sentido de las bienaventuranzas es el camino que Cristo nos enseña.
Las bienaventuranzas señalan primero donde no se encuentra la felicidad, lo que permite igualmente caracterizar positivamente las disposiciones fundamentales del cristiano como discípulo.
DINÁMICA FINAL:
Elegir una palabra de cada bienaventuranza, dibujarla en una hoja y formar una frase (no importa el orden de las palabras)
Compartir la dinámica en el grupo de WhatsApp.
Ejemplo:
Frase formada: "El Espíritu de Dios nos da consuelo, justicia y misericordia desde el cielo a la tierra."
ORACIÓN FINAL:
COMPROMISO FAMILIAR:
Participar y acompañar con alegría a nuestros hijos en la celebración.
La misma se va a llevar a cabo el sábado 10 de octubre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario