martes, 2 de junio de 2020

Encuentro N°9 - 1° Año PAPÁS


Encuentro N°9

Jesús hombre verdadero, Jesús hijo de Dios
(Encuentro N°12 y 13 del libro)



    1)    BIENVENIDA

  • Oración: Invocamos al Espíritu Santo





Objetivo: Descubrir que Jesús fue un hombre verdadero que compartió las esperanzas y angustias de su Pueblo y reconocer que Jesús de Nazareth es el Hijo de Dios, enviado al mundo para salvarnos

     2)    MIREMOS NUESTRA VIDA

Los invitamos a que lean la siguiente opinión y luego respondan:

    Opina una señora: Por primera vez en mi vida me di cuenta de que Jesús y mi marido han tenido la misma profesión: la de carpintero. Yo, antes, siempre me había imaginado a Jesús como un rey, distante. Ahora lo siento tanto más cerca.

  •          ¿Les llama la atención la sorpresa de esta señora?
  •          ¿Qué impresión nos causa a nosotros saber que Jesús, el salvador del mundo, trabajó como carpintero?
  •          ¿Qué sabemos de la vida de Jesús?
Reflexionamos: Hoy queremos destacar la condición humana de Jesús. Es fundamental tener presente que nuestro salvador es un ser humano como nosotros, salvo en el pecado. No olvidemos que muchos se imaginan a Jesús como un ser celestial que nada tiene que ver con este mundo. Debemos conocer a Jesús tal como fue: un hombre que sintió compasión, amargura, asombro, indignación, pena, miedo, alegría. Él es como nosotros en muchísimos aspectos. Debemos tomar conciencia de que Jesús fue un hombre de carne y hueso. Gozó y sufrió con la mayoría de las situaciones que a diario nos toca vivir. No fue una especie de fantasma que se asomó por la tierra.

Ahora los invitamos a observar la siguiente silueta de Jesús. Como verán, en un extremo tenemos las palabras Manifestaciones humanas y del otro lado Manifestaciones divinas. Debajo de las manifestaciones humanas deben escribir algunos rasgos de Jesús como hombre que encuentren en las siguientes citas bíblicas, mientras que las manifestaciones divinas, deben escribir que rasgos divinos realiza o tiene Jesús en estas citas.
·         Citas bíblicas
Ø  Jn 11, 17-36
Ø  Jn 2, 1-5
Ø  Mc 3, 1-6
Ø  Lc 23, 32-35
Ø  Mc 14, 32-42
Ø  Lc 23, 44-46
MANIFIESTACIONES HUMANAS                                      MANIFESTACIONES DIVINAS


Ahora los invitamos a que respondan y reflexionen la siguiente pregunta: ¿Por qué crees tú que Jesucristo es el Hijo de Dios?

Reflexionamos: En la dinámica anterior afirmamos que Jesús fue verdadero hombre. En esta dinámica afirmamos con fuerza que Jesús es también verdadero Dios, tal como lo hacemos solemnemente cada domingo cuando escuchamos la Misa desde casa. No es bueno anunciar a Jesús sólo hombre ni a un Cristo que es solamente Dios. Debemos anunciar a ambos en conjunto, como Cristo hombre y Cristo divino. En todos los libros del Nuevo Testamento se encuentran abundantes testimonios de la divinidad de Jesús. La comunidad cristiana, desde el primer siglo, ha profesado unánimemente su fe en Jesús, Hijo de Dios. Somos responsables de transmitir esa misma fe a nuestros hijos.

    3)    DIOS ILUMINA NUESTRA VIDA

Los invitamos ahora a leer la siguiente cita bíblica: Mc 6. 1-6

·         Reflexionamos: Jesús vivió en el pequeño pueblo de Nazareth durante unos 30 años. Esta visita que Jesús realiza a su pueblo donde vivió por muchos años, se llevó a cabo algunas semanas después de que Jesús hubo abandonado su pueblo. Desde entonces Jesús se había dedicado a predicar una nueva doctrina y a sanar enfermos. Esto creó gran asombro en su pueblo. Los habitantes de allí estaban intrigados por estas actividades del carpintero a quien creían conocer bien. Lo importante es que Jesús desconcertó a los nazarenos, en cuanto se puso a predicar por el país. El Nuevo Testamento nos habla fundamentalmente de Jesús de Nazareth, que es realmente un verdadero hombre que vivió como todos los de su pueblo. Debemos destacar que Jesús supo sobreponerse a las muchas dificultades que tuvo, y así también nosotros, apoyados en Jesús podemos y debemos sobreponernos a las dificultades. Jesús vivió como nosotros y amó a todos, especialmente a los más pobres. Jesús fue tan humano, tan cercano a nosotros. ¿Cómo nos acercamos nosotros a Él?

Ahora podemos leer Mt 26, 59-66




·         Reflexionamos: La interrogación realizada por los el Sumo Sacerdote a Jesús en el Sanedrín ocurrió la noche antes de la muerte de Jesús. Fue llevado al Supremo Tribunal de los judíos, que era presidido por el Sumo Sacerdote, con el fin de ser juzgado. Las autoridades judías querían condenarlo a muerte pero este tribunal no tenía autoridad para sentenciarlo por revolucionario. Por eso buscaron acusarlo de ofender la religión de Israel. El Sumo Sacerdote le preguntó si era cierto que se declaraba Hijo de Dios. Jesús contestó que sí, sabiendo que eso le acarrearía la muerte. Jesús fue condenado por declararse igual a Dios. Toda la gente que se acercaba a Jesús quedaba fuertemente impresionada por Él. Una de las verdades más fundamentales de nuestra fe es ésta: Jesús es el Hijo de Dios. Jesús es el Hijo eterno de Dios que vino al mundo y se hizo hombre. Dios se ha hecho hombre y nos llama a ser Hijos suyos, no debemos ni despreciarnos a nosotros mismos ni atropellar la dignidad de otro hombre.

4) RESPONDEMOS AL DIOS DE LA VIDA

a) Compromiso familiar: Observar junto a sus hijos la silueta de Jesús y las características humanas de Él. Leer junto a ellos, las citas que hemos visto en el encuentro. Enseñarles que Jesús nació en Belén y su madre fue la Virgen María y su padre adoptivo fue José, que celebramos su nacimiento el 25 de diciembre y que esa fiesta se llama Navidad del Señor, que José, la Virgen y el Niño debieron huir a Egipto para escapar de Herodes que quería matar a Jesús, que Jesús en Nazaret trabajó como carpintero, que era el oficio de su padre, que Jesús fue igual a nosotros, que Jesús es el Hijo de Dios, que los cristianos creemos en Jesús como Hijo de Dios y que una forma práctica de demostrar nuestra confianza en Jesús, el Hijo de Dios, es rezándole todos los días antes de emprender cualquier actividad.

Oración final:
Señor, estoy profundamente agradecido
porque has sido como uno de nosotros.
Gracias por darte a conocer de esta manera.
Siempre me pareció verte distinto, un poco lejos…
Pero ahora me doy cuenta que fuiste un hombre real,
de carne y hueso. Un hombre de nuestra raza.
Has conocido la alegría humana, la amistad, el gozo de compartir y reír
Supiste muy bien lo que era la pena, el dolor y el sufrimiento.
Recorriste pueblos, montañas, caminos y ciudades.
Te dio hambre, sueño, sed, cansancio…
Muchos se acercaron y te aclamaron;
otros te rechazaron, te persiguieron y te torturaron…
Subiste a la cruz sin escándalo y fuiste capaz de morir perdonando.
Señor, la fuerza de tu amor me impresiona.
Tu entrega no tuvo límites, amaste todo lo humano:
los pobres, los desvalidos, los enfermos, los marginados,
los niños… los buenos y pecadores…
Ahora ya sé que estás presente en todos ellos.
Te agradezco lo que hoy me has entregado,
y, sobre todo, Señor, te agradezco
que Tú seas mi DIOS
Amén

Los saludamos en Jesús, José y María

Equipo Parroquia Sagrada Familia, Guaymallén

ESTAMOS EN MANOS DE DIOS, ESTAMOS EN BUENAS MANO















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